Las bibliotecas han confiado en los catálogos informatizados como la via má rápida y fiable para difusión de su patrimonio bibliográfico y como punto de encuentro con sus usuarios.
Tradicionalmente la creación de un catálogo bibliográfico requiere una ingente cantidad de recursos humanos y técnicos y frecuentemente la creación de un catálogo implica la cooperación de recursos públicos y privados.
Las bibliotecas como entidades sin ánimo de lucro, con una orientación claramente de servicio a sus usuarios, puede provocar que no tengan en consideración que otras entidades pueden estar regidas por otros principios que los propios de la biblioteca, y que por tanto las espectativas de la propiedad de los datos sea en ocasiones diametralmente opuesta entre los centros participantes.
La datos de un catálogo son la piedra angular de todo sistema de bibliotecas, pero no solo nos limitamos a los datos bibliográficos, de autoridades o de ejemplar, los catálogos generan cientos de miles de datos que aunque no forman parte del catálogo, si que forman parte de un sistema de bibliotecas que no solo es intrínsecamente útil, sino que es suceptible de ser explotada por herramientas de big data, pero esto es objetivo de la segunda parte de este artículo.
Clarificar desde un buen principio la propiedad de los datos de un catálogo es un punto de clave de un proceso de automatización y/o de migración, y no solo es necesario tener una información clara de la propiedad, sino además de las condiciones de migración del sistema actual a otro en un futuro por el motivo que sea.
Recientemente vimos como a Facebook, no le importa no poder leer más nuestros mensajes, siempre que pueda seguir teniendo acceso a los metadatos de comportamiento de los usuarios de la plataforma, ya que estos datos cada vez tienen mayor relevancia en todos los ámbitos de nuestro vida profesional.
Esto que estamos explicando es algo más que un ejercicio de estilo, a lo largo de nuestra trayectoria profesional, hemos visto que algunas empresas han considerado que todo el contenido introducido en su software es de su propiedad y por lo tanto tiene pleno derecho al uso y explotación de los datos y la biblioteca cliente perder el acceso total a los datos, nos hemos encontrado y nos seguimos encontrando con empresas que reconocen la propiedad de los datos de las bibliotecas, pero exigen grandes cantidades de dinero por exportar los datos de su sistema.
Desde nuestra empresa recomendamos a las bibliotecas que antes de contratar a ninguna empresa , se aseguren de la propiedad de los datos en el sistema y de cómo sería un procedimiento de migración a una nueva aplicación.
Recomendamos que no solo se asegure la obtención de la información bibliográfica, sino que se asegure de tener acceso directo a los datos no bibliográficos como préstamos, reservas, usuarios..etc, y se asegure de que si ese proceso tiene un coste asociado sea conocido de antemano.
El acceso total y sin coste a los datos y a los metadatos que genera un sistema de gestión de bibliotecas, es otra de las ventajas ‘transparentes’ de los sistemas de software libre, por lo que si usamos aplicaciones opensource, tendrá acceso permanente, transparente y sin coste a la exportación de absolutamente toda la información generada por el sistema.
Dejamos para una segunda parte de este artículo, sobre la gestión de los metadatos de comportamiento de los usuarios ya que en un catálogo, no solo contamos con datos generados por el sistema, sino con metadatos de comportamiento de nuestros usuarios al interactuar con el sistema, que bien analizados con herramientas de big data bien gestionados, son el nuevo oro del siglo XXI y puede permitir a nuestra biblioteca tomar decisiones estratégicas basadas en fuentes de información totalmente relevantes e innovadoras.